Introducción

Este es un blog de apoyo al curso “Ética, ideología y derechos humanos”

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Qué es la etica?

La ética proviene del griego ethos cuyo significado es costumbre y tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. 
Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en la Grecia clásica y su desarrollo histórico ha sido diverso. 
Es bueno tener presentes las diferencias entre ética y moral por lo tanto:
  1. Etica; es la forma en que cada persona interpreta las normas morales, es decir, es la forma en la que se cumple una norma que esta dispuesta por el mundo exterior, de tal forma que una persona es ética si cumple con las reglas o normas morales impuestas por la sociedad. 
  1. Moral: Es un conjunto de normas que se estableció desde nuestros antepasados en la cual hace referencia a las cosas que para ellos son “buenas” o “malas” y que se han difundido de generación en generación. 
La diferencia radica en que la persona que vive en cualquier comunidad tiene un conjunto de normas morales que según esta se deben de cumplir, ahora, la ética conlleva el pensamiento de cada persona, es decir, que a pesar de que las personas conocen cuales son las normas morales por alguna razón decide o no llevarlas a cabo
Se reserva la palabra ética, en cambio, para aludir al intento racional (vale decir, filosófico) de fundamentar la moral entendida en cuanto fenómeno de la moralidad o ethos(«carácter, manera de ser»). En otras palabras: la ética es una tematización del ethos, es el poner en cuestión los postulados sobre los cuales se basa la acción moral, con esta crítica se logra que estos preceptos sean más adecuados a un determinado proyecto de sociedad. 


11 comentarios:

  1. profe no se puede comentar en el articulo de la eutanasia asi que lo puse aca!!


    Comentario personal

    Desde mi punto de vista la muerte no es más que la finalidad última de la existencia -por lo tanto no debería ser un tabú entre los vivos-. Por otra parte, y partiendo de la premisa anterior, la muerte debería ser consentida e incluso planeada, como liberación y última etapa del desarrollo individual que es; que un hombre –refiriéndome a la raza humana- tenga la facultad para identificar que ha llevado su potencialidad al máximo y por lo tanto decida el día de su muerte y se haga acompañar de sus seres más queridos… es simplemente un hecho hermoso, una madurez suprema; ahora, hablando específicamente de la eutanasia, no le encuentro ningún problema en que una persona decida sobre su propia vida, especialmente si la calidad de la misma se ve comprometida por cualquier tipo de dolencia.
    ¿Quienes nos creemos para decidir sobre la vida de los demás?, así como ningún ser humano puede “cortar” la vida de otro, tampoco se debería poder sesgar la muerte de aquel que la desea, ya que está en su derecho.
    En cuanto a los médicos que dicen no poder participar de la eutanasia por un conflicto moral interno, bueno, para tomar la decisión de aplicar o no la eutanasia existen los comités de bioética –que como ya vimos arriba ni siquiera debería ser una decisión de estos entes, por lo menos en la mayoría de los casos, exceptuando los casos que se refieran a niños y personas con una seria pérdida de facultad mental- y en última instancia, para ejecutar dichamente la acción, siempre se pueden retirar del caso y darle lugar a un medico que no tenga conflictos morales con la muerte.


    Según el código de ética del Trabajo Social

    Basándonos literalmente en el código, los y las profesionales de Trabajo Social no deberían apoyar la eutanasia ya que según el artículo 5 nos debemos apegar a “las normas éticas y principios morales que rigen la sociedad costarricense”, y estando la misma en contra de la muerte inducida y el suicidio, los y las profesionales se ven obligados a vetarla –la muerte- también; además en el artículo 24 se dice explícitamente que “Si un sujeto de intervención le manifiesta al trabajador social o a la trabajadora social su intención de cometer algún acto contra su integridad física o la de terceras personas… deberá hacer las gestiones necesarias para prevenir la concreción de lo comunicado”.
    Pero por otro lado, los principios profesionales de TS (descritos en el artículo 6) definen que los procesos de trabajo se direccionan a: - la búsqueda de la equidad, - el “respeto de autodeterminación que tiene todo ser humano, promoviéndolo para que tome sus propias decisiones y asuma sus responsabilidades”, -la “búsqueda del bien común, el cual tiene supremacía sobre el bien individual”. Estos principios parecen validar mi descripción anterior del derecho y verdadera escencia de la muerte consentida.

    ResponderEliminar
  2. COMO PERSONA

    Qué difícil es pensar, opinar y mucho más actuar, sobre el rumbo que debe tomar la vida de una persona o al contrario, más bien decidir cuándo debe acabar la vida de un ser humano, tal vez apreciado y otras veces sin ninguna relación con nuestra vida cotidiana. A pesar de ello, sin importar las singularidades que se presenten es bastante complejo analizar de una manera muy personal temáticas así, y en conversaciones con varias personas, los moralismos fluyen y la diversidad de posiciones también. Según mi opinión, la vida debe ser respetada pero entro en contradicción debido a que considero que hay casos donde lo apto para esa persona dejar de sufrir, esto lo reflexiono al pensar en personas que tienen enfermedades crónicas y se encuentran en su etapa final de la enfermedad y también de sus vidas, los grandes dolores físicos así como el desgaste de las personas con tales enfermedades, desde el punto de vista de salud integral, hace que se despierte en mí, grandes contradicciones. El poder e influencia de una persona sobre la otra es tan grande y complejo que parece no haber limite, ni aún en situaciones como decidir sobre la vida del otro (a). O bien, qué tan dueños de nuestras vidas somos, que dependiendo de las circunstancias y el país se nos permite poder decidir si queremos vivir o no.


    DESDE TRABAJO SOCIAL

    Existe un código de ética profesional, donde cualquiera recurriría para poder analizar la posición desde la profesión, y claramente se defiende la vida de las personas, la integridad de las mismas ante cualquier situación. Pero qué tan cierto es esto, la integridad y autodeterminación o autonomía de las personas también son aspectos que se deberían de tomar en cuenta. Tanto se habla desde nuestra profesión acerca de la reivindicación y empoderamiento de las personas sobre sus derechos, entonces la validación de los derechos y toma de decisiones de las personas no debería ser condicionada por una serie de códigos de ética, no solamente de TS sino de otras profesiones, y reglamentos penales.

    ResponderEliminar
  3. Posición personal:

    Considero que en el momento en que se le detecta una enfermedad a una persona, se intenta alargarle la vida de cualquier forma: imponiéndole pastillas, tratamientos severos, etc. que al fin y al cabo prolongarán la vida pero de manera dolorosa (física o emocionalmente). Por ello, ni siquiera estoy de acuerdo con que un ser humano se sujete a máquinas y tratamientos excesivos para alargar su vida.
    No obstante, la mayoría de personas optan por utilizar estos tratamientos y este caso, la eutanasia no sería, desde mi criterio, la opción idónea para finalizar la vida. Esto debido a que las ciencias médicas poseen un bagaje teórico-práctico muy formidable y ahora en la fase terminal de las personas portadoras de alguna enfermedad, se puede recibir cuidados paliativos de alta calidad.
    Otra razón por la cual no estoy de acuerdo con la eutanasia, es que el tener una discapacidad permanente no significa que esa persona haya quedado sin vida; si bien no es la forma más funcional para el sistema capitalista o la forma más adecuada para subsistir, su condición de ser humano prevalece y eso se debe respetar.
    Por último, la ausencia de una legislación adecuada o la eventual creación de una ley que avale la eutanasia, debe estar sujeta a estricto control médico y judicial y su interpretación no debe prestarse para ambigüedades. Los portillos legales que permiten que muchos artículos de una ley se interpreten de diferentes maneras podría desencadenar un uso erróneo de la eutanasia e inclusive se podría empezar a aplicar a personas que no lo consintieron o que no están en su capacidad de hacerlo.

    Posición desde Trabajo Social:

    El criterio profesional debe estar fundamentado de manera objetiva, evitando juicios de valor y/o la imposición de la postura personal de la Trabajadora Social. Por ello, ante la presencia de un caso de eutanasia, el (la) profesional debe contar con las herramientas teórico-metodológicas y técnico-operativas necesarias que permitan facilitar información a la familia y personas más cercanas de la persona que se le practicará la eutanasia.
    En otras palabras, se debe facilitar información tanto de los aspectos negativos como positivos de aplicar la eutanasia, para que sea la familia la que tome la decisión y no el (la) profesional; pues se incurriría en la imposición de un criterio. Los diversos escenarios se le deben presentar a la familia, pues esto les permite crearse una visión amplia sobre las implicaciones de la eutanasia.
    Asimismo, el (la) Trabajador (a) Social, debe respetar la decisión que tome la familia, en función del principio de respeto y tolerancia hacia la diferencia de pensamiento y criterios; pues nuestra labor profesional está enmarcada bajo un enfoque de derechos humanos.
    Se debe trabajar el manejo del duelo, ya sea antes o después de la aplicación de la eutanasia; pues como mencioné anteriormente, es pertinente que la familia o recursos de apoyo de la persona portadora de la enfermedad, cuenten con un conocimiento básico sobre cómo se pueden canalizar los sentimientos negativos (tristeza, resignación, negación, etc.).

    ResponderEliminar
  4. Independientemente del posicionamiento personal, la eutanasia y otros temas complejizados en nuestra sociedad que están relacionados con la vida de las personas (suicidio, aborto, entre otros), involucran comprender los lineamientos jurídicos de cada país, los derechos humanos y sobre todo la ética y la moral de inspiración judeo-cristiana que predomina en nuestra sociedad.

    El recorrido histórico que las y los autores exponen, devela los momentos históricos en los que la eutanasia no sólo ha sido tema de debate, sino que expone el posicionamiento a favor o en contra, y los puntos de partida para sus defensores/as y detractores/as, punto esencial para el análisis y posicionamiento de la eutanasia hoy en día.

    En este sentido, el primer punto de análisis que considero debe ser tomado en cuenta es el “respeto a la vida”, expuesto tanto desde el enfoque de los derechos humanos como del “poder” y “razón de existir” de las y los médicos. Este “respeto a la vida” que se traduce muchas veces es “perpetuarla a toda forma”, deja de lado el contemplar otras categorías de análisis y elementos contextuales por los que pueden estar pasando las personas que podrían dar fin a su vida por medio de la eutanasia. Es por ello, que me surge la pregunta ¿Porqué afianzarse a un posicionamiento rígido que defienda la vida a toda costa independientemente de las condiciones a las que se enfrenten o enfrentarán las personas al largo plazo? ¿Es ético (como en algún punto se exponía en el texto) el mantener viva a una persona que sufrirá más dolor por los procedimientos o que sufrirá secuelas peores si sobrevive? ¿Hasta qué punto la vida es “propia”?

    En respuesta a estas preguntas, no concuerdo con el posicionamiento final que argumenta el defender la vida a toda costa; las condiciones materiales y de existencia a las cuales debe acceder una persona para tener una “calidad de vida” ya de por sí son un mito en esta sociedad regida por el capital, ¿cómo entonces se pretende con un posicionamiento “idealista” el trasladar esos deseos a la realidad concreta con una persona que sufrirá más en vida de lo que está sufriendo actualmente? Pueden y existen grandes avances en la medicina que permiten disminuir el dolor, existen instituciones y profesionales que laboran en servicios que brindan asistencia por ejemplo a las personas que han sobrevivido a una enfermedad, e inclusive existen grupos de apoyo, pero ello no se concreta en calidad de vida o siquiera se puede comparar con la visión de “dignidad” que se tiene.

    El debate ético a su vez, no debe centrarse en el “poder” de las y los doctores de decidir sobre la vida propia en cualquier momento, sino en perpetuar la decisión de vivir o morir indoloramente de aquellas personas que tengan las capacidades cognitivas como mínimo de decidir, siendo creados los medios institucionales y profesionales que le permitan a las familias y a las personas en esta situación el tomar una decisión con los pro y contras.

    Y finalmente, más que deseos y opiniones personales, considero que desde nuestra profesión es complejo en ocasiones el tomar un posicionamiento definido para temas como el presente, ya que es muy diferente encontrarse en un espacio profesional como un médico que tiene y valora junto a una familia la posibilidad de aplicarle la eutanasia a alguno de sus miembros, que dando una opinión “desde afuera” sin ningún vínculo formal e inclusive emocional con la situación acontecida.

    ResponderEliminar
  5. posicion personal:
    Yo pienso que es un tema muy complejo, por lo tanto es muy dificil para mi persona estar a favor de un tema que primeramente no esta contemplado juridicamente en nuestro país.La vida es de cada quien y es parte de la libertad de cada individuo, por lo tanto nadie tiene derecho a decidir sobre la vida de otra personaEste fin en la existencia que llamamos muerte debe de llegar solo sin la decision de otra u otras personas mas que la misma persona.
    sin embargo comprendo que desde nuestros tiempos mas remotos este tema fue y es de gran debate en nuetra sociedad actual, por lo tanto creo que se debe contemplar muchas otras cuestiones que se encierran en la aprobacion de la eutanacia, como el definir quien es útil y quien no lo es a la sociedad, pensar si se esta abriendo un camino para el tráfico de organos entre muchas otras cuestiones que creo que se deben tomar en cuenta a la hora de hablar de este tema.


    En cuanto a la relación con Trabajo Social es pertinente hablar de la legislacion de nuestro país; el código de Etica de nuestra profesion, los fundamentos teoricos; son estos instrumentos que nos capacitan para nuestra labor en cuanto a la informacion de aspectos positivos y negativos de la eutanacia a las familias o personas involucradas. Por lo tanto aqui nuestra sujetividades y todo juicio de valos no tienen participacion.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. En mi opinión personal estoy en contra de la eutanasia y considero que existen posibilidades para que la persona logre sobrellevar su vida con una buena realización.

    Si una enfermedad o discapacidad se propone como criterio para la eutanasia, cualquier persona con una enfermedad o discapacidad podría considerarse en plenitud facultativa para optar por ella, aunque su vida no peligre, ésta se le hace miserable o minimizada.

    Si el criterio es el sostenimiento y prolongación de una vida por medios artificiales, deberíamos reconsiderar el uso de toda la ciencia médica y de la salud a lo largo de nuestra vida. Habría qué cuestionarse si podemos mantener la tasa de esperanza de vida actual, sin la necesidad de medios artificiales y biomédicos que sostienen y alargan nuestra vida de manera artificial.

    Por otro lado, la negación de la vida y la afirmación de la muerte, no es más que la afirmación de la propia vida en tanto la muerte está contenida en ella; la persona que abogue por la muerte, de ninguna manera supera la proposición positiva de la vida, sino que la reafirma, de manera que tanto el suicidio como la eutanasia pierden sentido (esto a manera de retórica)

    Además, encontramos una ambivalencia irreconciliable entre derecho a la vida y a la muerte, relativizando su contenido y permitiendo sesgos en su análisis.

    Por otro lado, si el tema es la dignidad humana, de ninguna manera la eutanasia la contiene, pues la pérdida de la vida, en sí misma lleva a la pérdida de la dignidad humana, la libertad y la realización del ser humano. También existe el sesgo de definir quién posee realmente una buena calidad de vida; hecho que permitiría según determinadas orientaciones políticas a una "eutanasia masiva y misericordiosa de quienes no posean una buena calidad de vida"

    Desde Trabajo Social, por los artículos 5 y 24 (amparado en los artículos 21 y 24 de la Constitución Política), un (a) profesional no puede estar a favor de la eutanasia, en tanto en CR está penada.

    ResponderEliminar
  8. en mi opinion personal considero la eutanasia como una opcion cuando una situacion de enfermedad o discapacidad atentan contra la calidad de vida de las personas. Considero que a una persona no se le debe someter a tratamientos largos y dolorosos, con el fin de a largar la vida aun estando concientes que la persona se encuentra en una fase terminal.

    Desde Trabajo Social consideroque si a un o una profesional se le presenta una situacion de este tipo, debe analizar el porque la persona lo esta pidiendo, y dejar de lado los prejucios que tenga sobre el tema, y el no rechazar esto de un solo, aunque se mueva entre el dilema de lo legal y el derecho de una persona a elegir sobre su propia vida

    ResponderEliminar
  9. Criterio personal
    Personalmente estoy en contra de la eutanasia, puesto que considero que actualmente la ciencia cuenta con grandes capacidades y diversas herramientas para dar una vida llevadera e incluso digna a pacientes con enfermedades terminales. Además si se optara por practicarle la eutanasia a personas con enfermedades dolorosas y/o crónicas, definitivamente a much@s hombres y mujeres los llevarían a este resultado.
    Por otra parte, tampoco estoy de acuerdo con la eutanasia porque al considerar que una persona con cierto tipo de enfermedades merece morir para evitar su sufrimiento, en muchos casos se estaría pasando por encima de lo que parsona desea. En otras palabras, en el caso de una persona enferma a la cual dicha enfermedad no le impida opinar y ésta optara por la eutanasia, de cierta manera es una decisión respetable, ya que conserva las capacidades para decidir sobre su propia vida; pero en el caso de una persona que la enfermedad le limite o impida la capacidad para opinar o comunicar sobre lo que quiere o no, considero que no está ni en las manos ni en el criterio de nadie para decidir sobre la vida de otra persona.

    Desde Trabajo Social lo que se debe tomar en cuenta principalmente son las leyes que rigen al país en el que se presente dicho caso, al igual que el código de ética profesional, el cual no permite que la profesional actue en contra de las leyes del Estado.

    ResponderEliminar
  10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  11. Particularmente, si apoyo el proceso de la eutanasia como un mecanismo desde el cual podemos garantizar un proceso de muerte que evite el sufrimiento humano a través de los tratamientos de prolongación de la vida.
    Ello dentro de un marco en el que sea la persona que sufre, quien tome la decisión sea en el momento en el cual padece de la enfermedad o bien, mediante la elaboración de un testamento en vida.
    Desde la profesión de Trabajo Social, mi postura no logra sostenerse debido a dos aspectos:
    -Porque desde los orígenes de la profesión ésta ha estado vinculada con las instituciones católicas y por ende con todos los preceptos que ellas predican; vínculo que hasta la fecha influye a las y los profesionales.
    -Actualmente la profesión se inserta en una realidad condicionada por los ideales de la preservación de la vida a toda costa, por lo que aunque a nivel interno se realizaran acciones en pro de la eutanasia, habría que luchar contra un marco institucional aún más grande compuesto por otras profesiones.

    ResponderEliminar